El equilibrio
Vivimos un momento de nuestra evolución en el que nos esforzamos por buscar la Luz en nuestro interior. Deseamos buscar esa Luz y mostrarla a los demás, para que todo el mundo sea capaz de percibir que somos seres con conciencia, que nuestra vida está basada en el amor incondicional y que la Luz nos inunda y nos circunda…. Pero en esta búsqueda sin descanso nos olvidamos de algo muy importante, nos olvidamos de nuestra Oscuridad. Realmente lo olvidamos porque así nos lo han impuesto. Porque llevamos siglos aprendiendo que Oscuridad es sinónimo de mal, que en la Oscuridad es donde residen los demonios, la negatividad y los males de la humanidad.
Pero dentro de cada ser humano, así como en todos los aspectos de la creación hay una parte oscura que no puede ser olvidada ni obviada, porque es de esa parte oscura de donde nace la luz. ¿Te has preguntado alguna vez como sería el día sin su noche? o ¿cómo podrías saber lo que es el calor si no conocieras el frío?; si no conoces tu oscuridad ¿cómo podrás acceder a tu luz?.
Aunque te parezca mentira, la Oscuridad, lejos de ser un nido de horribles monstruos es necesaria. Si observas la naturaleza te darás cuenta de que antes de “salir a la luz” todo pasa por un proceso de oscuridad. Antes de nacer, pasamos por la húmeda oscuridad del útero materno; antes de que una flor abra sus pétalos a la luz del sol, la semilla necesita germinar en la oscuridad que le proporciona la tierra. Si fijas tu atención en la vida que nos rodea podrás encontrar infinidad de ejemplos como estos, que te mostraran que para vivir en armonía, es necesario un perfecto equilibrio entre la Luz y la Oscuridad.
Y es en esa Oscuridad, relacionada desde tiempos inmemoriales con la parte femenina de nuestro ser, donde realmente reside nuestro poder; y si queremos acceder a él debemos hacer un viaje a nuestro interior, enfrentarnos con nuestra Sombra, aceptarla, abrazarla, hacerla nuestra y después renacer completos con nuestra polaridad totalmente integrada. Durante este proceso de renacimiento cualquier aspecto negativo de nosotros mismos será transformado en una fuerza maravillosa y divina procedente de nuestra compleción, nuestro poder natural aflorará y seremos capaces de usarlo desarrollando nuestros dones sin demasiado esfuerzo. Pero cuidado, porque ahí es realmente donde entra el concepto del mal y del bien. Es en el uso de nuestro poder donde reside la diferencia entre lo positivo y lo negativo. Y dependiendo de para qué lo utilices, dependiendo de las emociones y sentimientos que residan en tu corazón y muevan tus actos, harás uso de esa fuerza que te proporciona tu propia oscuridad para hacer el bien o el mal. Hace tiempo oí una frase en una película que me gustó tanto que utilizo asiduamente cuando intento explicarle a la gente que la Oscuridad no es sinónimo de negatividad. En la película uno de los personajes intentaba explicar la diferencia entre la magia negra y la magia blanca y utiliza la siguiente explicación: “La Magia no es Negra ni Blanca, el color reside en el corazón de la Bruja”. Tus verdaderos sentimientos son los que determinaran tus actos.
Y Recuerda que (seguro que has oído esto millones de veces) sólo en la oscuridad de la noche puedes ver el brillante resplandor de las estrellas.